miércoles, 4 de abril de 2007

Pecados pescados

Leo en esta nota: "El hábito impuesto por la Iglesia Católica de no comer carnes rojas durante el Viernes Santo es una condición relativa para el Arzobispado de Mendoza." Básicamente, esta gente dice que "nadie se irá al infierno por comer carne". Ahora sí que me quedo más tranquilo.

Me imagino a los "buenos" católicos escandalizados por esta ruptura con la ortodoxia, pensando que cómo puede ser que se deje de comer pescado, que bla bla bla...

A ver si se entiende: para los católicos, el Viernes Santo es un día de recogimiento, de sacrificio, de renuncia. Un día de penitencia. Entonces, ¿qué tiene más sentido? ¿comer un sencillo bife a la plancha, o preparar una mega paella multibarrial? Porque si se come pescado, tendría que ser pescado hervido. De lo contrario no veo adónde está el sacrificio ni la renuncia. Al contrario, se estaría cayendo en la gula.

Lo que sí me parece lamentable es que la iglesia (como institución) pierda el tiempo en pelotudeces semejantes, en lugar de empezar a alzar la voz en favor de los sufrientes de este mundo.

Sentido común, hijos míos... Sentido común.

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