domingo, 25 de mayo de 2008

Corriendo por un cuelgue

En marzo tuvimos una materia, la primera del año, en la facultad: Ética. El trabajo final podía hacerse individual o grupal. Yo había decidido hacerlo individual; por un lado para entender mejor la materia, y por otro porque para ese tipo de temas me manejo mejor solo. En la última clase el profesor pidió que le presentáramos el tema elegido para el trabajo final, y así lo hice.

[Nota: el trabajo era diferente dependiendo de si se hacía en forma individual o grupal. En forma individual, el trabajo consistía en un análisis de hasta 2000 palabras. En forma grupal, además, había que agregar una conclusión individual de hasta 500 palabras por cada integrante. Además, se pusieron tres fechas de entrega para los que no pudieran llegar a tiempo. Prosigo]

Unos días después, dejándome llevar por la sugerencia de una compañera (primer error), me puse en equipo con otro pibe. Le comenté el tema elegido y nos reunimos a tirar ideas sueltas.

Pasó el tiempo, y no volvimos a reunirnos. Cuando faltaban unos días para la entrega del trabajo, me comuniqué con mi compañero para que nos volvamos a reunir y así poder terminar el trabajo. Me dijo que estaba con mucho trabajo, pero que apenas pudiera me llamaba. Nada. El domingo antes de la primera fecha de entrega le aviso que estoy con el trabajo y me dice "Estuve con quilombos de laburo... dale vos para adelante". OK. Me quedo hasta las 5 de la mañana armando el trabajo. De pajero, nomás, porque podría haberlo hecho en la semana. Pero lo termino.

El lunes llamo a la facultad para saber hasta qué hora se puede llevar el trabajo. La encargada de trabajos prácticos me dice "Pero... ¿vos no venís el viernes? Traelo el viernes, corazón, porque nosotros juntamos todos los trabajos hasta la última fecha y después se los mandamos todos juntos al profesor". Grrrrrr. Bueh.

En la semana hablo con mi compañero invisible y le aviso de la situación (segundo error), para que me pase su conclusión y así poder armar la mía y entregarlo el viernes. "Ah, buenísimo, te la paso el jueves", me dice. Jueves... nada.

Se acerca la segunda fecha de entrega. Ya rayando en la pelotudez, vuelvo a avisarle para que me pase su parte del trabajo, para entregarlo. Nada. No responde los mensajes, no atiende el teléfono. Yo, cansado de hacer papel de secutor, decido ir el lunes y entregar el trabajo. Realmente no tenía ganas de ponerme a escribir otras 1000 palabras (500 de conclusión mías y 500 de conclusión "de él").

El viernes pasado, en clases, me dice "Che, ¿cuándo podemos juntarnos a terminar el TP...? Yo estuve con mucho trabajo...". "Mirá, yo ya lo entregué", le digo, "pero no sé... fijate si podés escribir 1000 palabras más de conclusión y lo compaginamos" (tercer error). Al parecer mi boludez aparece en los momentos más inapropiados.

El sábado al mediodía nos estábamos yendo de la facultad y le digo "Bueno, hoy a la tarde pasame tu texto, así lo compagino y lo traigo el lunes". "Ah... lo que pasa es que yo pensaba hacerlo el domingo a la mañana". ¿¿¿Qué??? ¿¿¿Me está cargando??? ¿Y cuándo lo compagino? ¿El lunes a la madrugada?. "No...", le digo, "el domingo yo no voy a estar, che; pasámelo hoy... o de última, basate en mi caso y armate uno adaptado a tu empresa... fijate". En este caso, "fijate" = "tengo cara de boludo, pero tampoco la pavada".

Sábado: nada. "Bueno", me digo, "parece que decidió armarse su propio caso". Mejor, así cada uno lo arma a su modo. Más que nada porque yo soy muy quisquilloso con la redacción1, y no quiero comerme una nota baja por algo que yo no hice.

Domingo, llego a casa a las 23:00, reviso mails (¿obsesivo yo? naaah) y... ¿adivinan? ¡Sí! Un mail de las 21:54, diciéndome "Acá está lo que escribí, fijate que lo que está al final lo podés usar para tu conclusión". Leo de nuevo, para ver si puso un emoticon indicando que era broma. No; no es broma, no. Miro el celular, un SMS diciéndome "Ahí te pasé un mail con lo que armé, cualquier cosa llamame". Claro, total yo estoy al pedo y me da lo mismo quedarme laburando toda la noche porque vos te colgaste 20 días, ¿no?.

Después de un breve dilema moral oscilante entre no hacer nada y dejar que mi compañero se curta o pegarle una leída al trabajo y ver qué había hecho este pibe, y gracias al aporte ético de mi hermano ("¿Estás en pedo? Vos te quedaste laburando hasta las 5 de la mañana, el tipo ni apareció ¿y vos te sentís culpable? ¡Que se joda!". Gracias, fratello), elijo la opción más sana: no hacer nada.

Hoy por la mañana le mando un mail desde el trabajo y le digo "Vi tu mail, pero me lo mandaste ayer a las 21:54 y como es lunes y estoy en el trabajo, no puedo hacer nada". "Bueno, mandame el trabajo que yo lo completo y lo mando", responde. "Ehm... el trabajo lo tengo en mi casa. Fijate cómo podés hacer", le vuelvo a avisar. Se ve que el muchacho no capta el mensaje.

Para hacerla corta, porque esto ya aburre: recién me llamó por teléfono; le dije que llame a la facultad para ver si se lo aceptan este viernes. Y, de paso, le dije (nuevamente) que de última se robe algo de lo que armé yo y lo adapte a su empresa (léase "así me dejás de joder").

Admito que yo no soy un ejemplo de responsabilidad ni de alumno aplicado (de pajero, nomás), pero tampoco me gusta andar estresándome y corriendo para sacar del fuego papas ajenas. No hubiera tenido problemas en agregar el nombre de este pibe a mi trabajo si fuera solamente eso; pero tener que escribir más (y sobre algo acerca de lo cual no se puede andar inventando, porque es un trabajo de análisis) y quedarme otro domingo a la madrugada por causa de un cuelgue ajeno, ya me parece hacer papel de pelotudo.

[Epílogo: el viernes me lo crucé a este buen muchacho en la facultad y me dijo que arregló para entregar su trabajo el lunes, así que todo bien. Si me odia o no, ya es otra cosa, claro]

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1 Es la tercera cuarta vez que releo este post para revisar que todo esté bien escrito.
[Nota: ¡Carajo! ¡Parece que volvieron los posts largos!]

6 comentarios:

Notengo dijo...

confirmación de que cualquier pelotudo tiene un blóssss ... hiciste bien. a mí me hubiera costado un huevo hacer éso, pero está bueno tener un hermano lúcido. cuántas veces hacemos el papel de pelotudos por no tener a alguien al lado que nos sacuda.. eh? cuántas??? eh eh eh eh?? decime... jejeje

beso

Notengo dijo...

encima era un laburo de ÉTICA!! o sea...

Capitán Primate dijo...

¿Cuántas veces? Muchas, Constanza, y tal vez demasiadas...

¡Gracias por pasar!

Stanley Bing dijo...

yo que vos lo cago y ni le aviso... es más le digo que ya entregué por los dos para que se entere tarde.... por aprovechador

Araña Patagonica dijo...

de onda: que boluuuudo!!

al segundo boludeo de tu compañerito sabes donde lo mando????

Andrea dijo...

sabés cuantas veces me jodieron asi a mi, parece que se corria el rumor que la boluda hacia el trabajo de todos en el grupo y siempre me tocaba con vagos... o las pruebas en grupo... la boluda la hacía toda y los demas decían, sí sí, tenés razón, poné eso...

en fin... te entiendo. pero ahora que soy madura (?) y menos boluda (?) apoyo la idea de los trabajos individuales...