viernes, 20 de junio de 2008

Paranoma IV

Ella era tan dulce, se entregaba con tanta dulzura, que todos sus amantes morían de coma diabético al instante de poseerla.

Intentó volverse amarga, pero se sentía ajena a sí.

Finalmente decidió convivir con la culpa que da la impermanencia.

Y fue una culpa dulce.

5 comentarios:

LocaComoTuMadre dijo...

Muy bueno..

Probaste esos confites?

Capitán Primate dijo...

No, pero no estaría mal, siempre y cuando no muera de coma diabético, claro ;)

¡Gracias por pasar!

Gioconda dijo...

Yo soy tan dulce que si como un caramelo me muero de sobredosis

jajaja

que boluda que estoy hoy :P

besos

Ronnie Ronston dijo...

Este blog es más dulce que meada de diabético.


Atte:
http://tedeseomarta.blogspot.com/

Capitán Primate dijo...

Gioconda: y, sobre todo, modesta, ¿eh? ;)

Rogelio Rogeli: estamos buscando sponsors para nuestra campaña de lucha contra la diabetIs.

¡Gracias por pasar!