viernes, 20 de junio de 2008
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Ella era tan dulce, se entregaba con tanta dulzura, que todos sus amantes morían de coma diabético al instante de poseerla.
Intentó volverse amarga, pero se sentía ajena a sí.
Finalmente decidió convivir con la culpa que da la impermanencia.
Y fue una culpa dulce.
Publicado a las 5:27 p. m.
Categorías: delirios
5 comentarios:
Muy bueno..
Probaste esos confites?
No, pero no estaría mal, siempre y cuando no muera de coma diabético, claro ;)
¡Gracias por pasar!
Yo soy tan dulce que si como un caramelo me muero de sobredosis
jajaja
que boluda que estoy hoy :P
besos
Este blog es más dulce que meada de diabético.
Atte:
http://tedeseomarta.blogspot.com/
Gioconda: y, sobre todo, modesta, ¿eh? ;)
Rogelio Rogeli: estamos buscando sponsors para nuestra campaña de lucha contra la diabetIs.
¡Gracias por pasar!
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